martes, 2 de agosto de 2011

Sonreíííííír.

Y entonces es cuando llego a mi casa, y tengo esa sonrisa tonta todo el rato en la cara, no se muy bien porque pero me gusta, quizá no debería sonreír, ni debería gustarme hacerlo, pero me da un poco igual.
Cuando entro mi madre me espera, un poco enfadada, pero no dejo de sonreír. Llego a mi cuarto y me siento en la cama, para no hacer nada, solamente sonreír y sonreír.
Me encanta esa sensación, aunque tengo que decir que no me dura todo el rato. Al par de horas se me borra la sonrisa, y vuelvo a estar normal, quizás un poco triste pero cuando me acuerdo de todo aquello, vuelvo a sonreír y eso es verdaderamente lo que importa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Es secreto está en convencerte de que tus sueños se cumplirán SI o SI.