lunes, 12 de noviembre de 2012

¿Felicidad?


Naces, creces, te pasas la vida buscando eso llamado “felicidad “y mueres.
En el mundo hay millones de personas, por lo tanto millones de definiciones de felicidad. Para algunos la felicidad se encuentra en pequeñas cosas, como ver feliz a tus hijos, encontrar el amor o hacer sentir bien a los demás. Por el contrario, para otros la felicidad es tener un buen puesto de trabajo, ser gente conocida, tener dinero…
Yo creo que en el fondo la felicidad total es imposible de alcanzar, aunque por supuesto sí que llegamos a ser felices en nuestras vidas, aunque no sea por mucho tiempo.
Para mí la felicidad se encuentra en pequeños momentos: cuando te dicen palabras bonitas, consigues lo que estabas buscando…puedes encontrarla en un beso muy esperado, la sonrisa de un niño pequeño… en esos momentos, queramos o no, se nos olvida todo lo malo de nuestras vidas (porque desgraciadamente siempre habrá algo malo) y somos felices, sonreímos como si nada pasara y encontramos esa paz interior de la que mucha gente habla. También es verdad que hay otros periodos de felicidad que duran un poco más de tiempo, como un día, el día en que te casas, en que tienes un hijo, que recibes una sorpresa especial, un día que llevabas mucho tiempo esperando y en el que salen las cosas como pensabas… aunque también es cierto que al ser periodos más largos de los que hablaba antes, puede ocurrir cualquier cosa que arruine tu día y por lo tanto tu felicidad.
En la vida podemos encontrarnos con esas personas que dicen ser felices el 100% de su tiempo, pero yo nunca he creído en ellas, soy de las que pienso que si de mucho presumes, es que mucho te falta. Por lo tanto nunca debemos sentir envidia de esas personas, ya que en muchos casos seguramente seamos nosotros más felices que ellos mismos.
Escribiendo esto puedo dar a entender que soy una persona negativa, ya que no creo en una vida feliz o simplemente dudo de la existencia de la felicidad como tal, pero no es así, simplemente me considero realista y sé que hay numerosas opiniones distintas a la mía en cuanto a este concepto.

martes, 14 de agosto de 2012

Cada día me levanto con energía he intento ser positiva, pensando que va a ser el día en que todo cambie y quizás la vida me tenga preparada una alegría, pero todos esos días me acuesto con la sensación de que todo ha ido a peor.

Vamos a crear una película, una película en la que aparece, como es normal, una protagonista.
Dicha protagonista tiene una vida bastante agradable, una casa nueva, una madre que la adora, gente con la que pasárselo bien, un padre siempre pendiente de ella para darle sus caprichos, tiene un buen nivel económico y en lo que amor se refiere todo lo que se pueda pedir y más.
Nuestra protagonista a pesar de ser bastante feliz aparentemente, tiene ciertos problemas, estos problemas no la dejan avanzar con normalidad y aunque las personas de su alrededor no le dan ninguna importancia para ella sí que la tienen, y mucho. Esas pequeñas cosas van creando un gran vacío en su interior y rompiéndola en cierta manera por dentro, haciendo que su día a día sea un horror, un horror tan grande que casi no la deje vivir. Ella sabe perfectamente que no es para tanto, que esas cosas que le ocurren no son como para ponerse así, pero no encuentra solución alguna, lo que hace que su vacío aumente. Recibe ayuda y aunque no la consigue del todo, empieza a ver las cosas de forma diferente. Poco a poco su día a día va cambiando y con ayuda de las personas a las que quiere consigue superarlo.
Aparentemente nuestra protagonista ahora podría seguir con su vida y ser plenamente feliz, ya que ha conseguido deshacerse de esas cosas que lo impedían. Pero no, ahora no es el momento de ser feliz, y parece ser que es momento no llega nunca en la vida de esta chica.
A partir de ese momento es cierto que las cosas le van algo mejor pero no logramos saber cuándo ni cómo su vida da un giro tan grande que hace como si nunca pudiéramos recordar el principio tan idílico de nuestra historia.
A partir de este momento, del que hablo ahora, tenemos que olvidarnos de todo lo que he nombrado al principio y hacer como si nuestra película tuviera ese típico final en que los protagonistas se despiertan de un maravilloso sueño y deben seguir con su vida de mierda por decirlo de alguna manera ¿verdad? Pues eso es lo que pasa exactamente.
Nuestra protagonista se despierta un día y se da cuenta de que ya su mamá no la despierta con un “buenos días mi niña” o ni si quiera deja una de esas notitas preciosas antes de ir a trabajar, que solían alegrarle el día y sacarle una gran sonrisa. Ahora ya no la despierta ella, ni el sonido de su voz al llamar por teléfono para asegurarse de que a su niña no se le haga tarde, ahora la despierta un horroroso sonido en su móvil sin sentimiento alguno. Ya no la escuchará ni podrá contarle todas sus cosas como solía hacer antes, porque ella era su mamá pero también su mejor amiga. Ya no se abrazarán, ni se besarán , ni si quiera se verán. Ya no hay dinero para las tantas veces que solía salir a divertirse con sus amigos, y no solo eso, ya no suele haberlo para las cosas más básicas. Ya no podrá dormir en su cama, esa que tanto le encantaba, colocada en su perfecto cuarto que había elegido ella con tanta ilusión, tampoco estarán sus cosas, ni toda su ropa…
Su papá ya no será como antes, no  estará ahí para escucharla, no le preguntará por sus cosas, no hablarán, no le dará caprichos… y aunque su amor por ella no cambiara en nada, su relación sí, porque será más cercana pero no por eso mejor.
Pensara en las cosas por las que se quejaba antes y le provocaran risa, incluso vergüenza.
Al darse cuenta de la odiosa vida que lleva ahora, a nuestra chica se le abrirá de nuevo ese vacío que sentía antes, pero ahora de una manera nada comparable a la de la otra vez, ahora de un modo del que ninguna persona podría llegar a entender jamás.
Se obsesionará por salir de casa todos los días, por hacer cosas nuevas, estar con gente, distraerse, ser feliz los días en los que está con la persona que la hace feliz, y todo esto solo para intentar retrasar el momento de la noche, la noche sola en su cuarto, ese cuarto y esa casa que odia, acordándose de las cosas que no le gustaría volver a recordar jamás, llorando hasta quedarse dormida…
Se sentirá sola, muy sola. Sola en un mundo absurdo, un mundo y unas circunstancias que ella no merece y, aunque aparente estar bien, ella y las personas que realmente la conocen, que ya sobra decir que en esos momentos serán pocas, sabrán que no lo está, porque dudo que muchas personas después de sufrir un cambio como ese puedan llegar a estar bien en algún momento.
Y no hablo de perder las cosas materiales, que aunque también afecta, no es nada comparado al dolor que se siente al perder otras cosas que quizás si eres un poco inteligente puedas percibir. Tampoco niego que muchas personas se sentirían mucho más afortunadas de lo que pueden ser ahora estando en la situación de nuestra protagonista después de la historia que cuento, dado que no he mencionado en ningún momento que sea un horror, solo que a veces las comparaciones hacen mucho daño y como todos sabemos hay personas más sensibles que otras y nuestra protagonista es un muy buen ejemplo de ello.
Llegados a este punto creo que podemos dejar la película por aquí, no hemos llegado al final ya que soy partidaria de que todas las historias tengan finales felices, así que espero no tardar mucho en contarles buenas noticias sobre nuestra protagonista. 

                                                  Firmado: 
Yo ,la protagonista.

miércoles, 25 de abril de 2012

lunes, 23 de abril de 2012




Me he enamorado de ti y creo que el mundo es menos 
malo porque existes siento que quiero pasar contigo
compartir el resto de mi vida y todo eso las 
palpitaciones los nervios
el sufrimiento la felicidad y... el miedo.
Quiero... deseo acariciarte a todas horas quiero cuidar 
de ti y...
estoy enamorado, clasicamente enamorado.

jueves, 19 de abril de 2012

Sé que estas muy lejos pero al a vez muy cerca aquí en mi cabeza, en mis pensamientos, en las fotos del recuerdo, en mi corazón. Te echo de menos, sí, pero aunque estés lejos estas aquí, conmigo.

TÚ.

Me encanta cuando dices tonterías, cuando intentas quedarte conmigo pero no lo consigues.
Me gusta cuando me sonríes y mucho más cuando me miras.
Me encanta también cuando te haces el loco pero aún mas cuando me dices que me echas de menos.
Me gusta cuando me acuerdo de ti y también cuando paso por cada sitio en el que hemos estado juntos.
Me gusta cuando me sacas de quicio.
Me encanta cuando me dices cosas que me sacan una sonrisa.
Me encanta cuando me abrazas pero mucho más cuando me llenas de besos.

Y puede que me cueste aceptarlo pero hay pocas cosas en la vida que me gusten tanto como estar tan cerca de ti como para verme reflejada en tus ojos, y después de hacerlo, darnos un besos de esos que hacen que se pare el tiempo.

Llamaban al Titanic el buque de los sueños, y lo era, realmente lo era.



¿Sabes por qué tengo la certeza de que eres tú la persona de la que estoy enamorada? Sé que eres tú no porque te adaptes perfectamente a la descripción de mi hombre perfecto, sino porque descubrí que mi descripción de hombre perfecto se modificó para describirte a ti.

miércoles, 18 de abril de 2012

Nos da miedo lo que piensen otros sin importar que les importe una mierda lo que hagamos. Nos da miedo arriesgarnos. Nos da miedo la rutina, quedarnos estancados mientras pasa el tiempo, pero nos dan más miedo los cambios. Nos da miedo el tiempo y otras cosas cotidianas: nos da miedo equivocarnos, nos da miedo tropezar, nos da miedo ser diferentes pero tampoco queremos ser iguales. Nos da miedo enfrentarnos al futuro y nos lo da enfrentarnos al pasado. Nos da miedo la verdad aunque odiemos la mentira. Nos dan miedo los demás y también nosotros mismos. Nos da miedo la soledad. Nos da miedo la independencia y nos lo dan las ataduras. Nos da miedo la responsabilidad y la libertad y nos da miedo no tener ninguna de ambas. Nos dan miedo los sentimientos. Nos da miedo decepcionarnos a nosotros mismos pero nos aterra decepcionar a otros. Nos da miedo arrepentirnos de no hacerlo, y nos da miedo hacerlo. Nos da miedo envejecer. Nos da miedo no llegar a ser felices, pero también nos asusta perseguir nuestros sueños. Nos da miedo caer aún sabiendo que podemos volver a levantarnos. Nos da miedo el fuego aún teniendo agua. Nos da miedo el odio y el amor. Nos dan miedo las heridas cuando hay hospitales. Nos da miedo la sangre aunque estemos rellenos de litros de ella. Nos dan miedo las armas cuando las creamos nosotros mismos. Nos dan miedo los problemas con o sin solución. Nos dan miedo los complejos aún sabiendo que nadie es perfecto. Nos da miedo no saber, las dudas... cuando lo normal es tenerlas. Nos da miedo lo inhumano y aún el doble ser humanos, porque ser humanos implica tener miedo, tener dudas, hacer lo inesperado, tener que enfrentarte a otros, pensar diferente, cometer errores... Nos da miedo la muerte, pero nos asusta todavía más la vida.

;)

¿Me haces un favor? ¿Ves ese papel y ese lápiz? Pues bien, cógelos y empieza a dibujar. Traza un paisaje, un paisaje con árboles... ¿Ya lo tienes?
¡Felicidades ya has acabado tu bosque! Y ahora, ¿Sabes lo que toca? Coges y te metes dentro del dibujo, dentro de tu preeeeecioso bosque, y miras a ver si te pierdes, zorra.

teamo.

(Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin)
+ ¿Si?
-Claudia solo llamaba para decirte que por favor no cometas el error de dejar a la persona que tanto amas, sé que estás pasando momentos difíciles con él, que tenéis muchas peleas y cualquier tontería os altera, pero os queréis, sabes de sobra que él te adora y no puede vivir sin ti, que lo pasa fatal, y que él, solo él te hace  feliz. Por eso te pido que no lo dejes, que en todas las relaciones hay pequeños y grandes baches, pero que también hay que superarlos, no tirar la toalla a la primera. Tú le quieres más que a nadie en esta vida, piénsalo por favor.
Una lágrima cae por su mejilla...
+ ¿Y tú quién eres? ¿Por qué me llamas?
-Soy tú, en el futuro, es sólo para avisarte que hay errores que se pagan toda una vida. 

Recuerda :)


Una mujer es como una muñeca, puedes vestirla, desvestirla, jugar con ella..
Pero recuerda siempre que un verdadero hombre nunca juega con muñecas.

lunes, 16 de abril de 2012




Nunca quise que te fueras de esa forma de mi vida, así, de repente. Incluso cuando me llamabas mil veces en cinco minutos o cuando confundías mi nombre con el de alguna de mis primas, yo te quería, mucho, muchísimo y lo único que pedía es que llegara el día en que te pusieras bien otra vez. Y poder ir a pasear, poder esperar por mi madre, sentados en aquel banco... Y aunque nadie me lo dijo nunca directamente, sabía que ese día nunca iba a suceder.
Me encantaba que me llamaras así como tú y yo sabemos, aunque aparentara enfadarme cuando lo hacías. Me encantaba cuando sonreías al verme y me encantaba pasear contigo de la mano aun siendo ya un poco mayor para hacerlo.
Siempre pensé que eras de esas personas que no demuestran demasiado sus sentimientos, que aunque tu mujer fuera lo más importante para ti nunca le demostraste tu cariño delante de todos, por eso, supuse que te pasaba lo mismo conmigo. Sabía que me querías puesto que lo notaba en el brillo de tus ojos cuando te alegrabas por verme y te preocupabas por mí, pero nunca salió de ti venir a darme un abraza o decirme algún te quiero y aunque nunca dude que lo hacías, quieras o no siempre lo eche de menos.
Recuerdo que por ultimo te volviste más cariñoso y aunque en cierto modo no eras tú de verdad esa parte tuya me encanto. Recuerdo que le pediste a abuela que me cuidara y pensar en ese momento y en esa frase hace que todo, absolutamente todo, se vuelva gris.
Gris porque no estás aquí para escucharme, para contarme tus historias, para darme caprichos, para enseñarme cosas… Gris porque ya no puedo darte la mano, ni darte un abrazo (que aunque reconozco que no solía hacerlo mucho prometo que ahora lo haría todos los días).
Gris sobretodo porque odio pensar que no voy a volver a verte.

Mucho y para siempre.

Espero que tú también te acuerdes de mí, de los momentos malos y de los buenos sobretodo. Que te acuerdes de todas las cosas que me dijiste y de todo lo que me enseñaste, que recuerdes los besos y los abrazos y todos los momentos que pasamos juntos.
Y pido que estés bien, solo quiero eso, que te encuentres bien y feliz. Que aunque no estés conmigo estés bien ahí, que aunque algunas veces no te dije las palabras adecuadas, le des más importancia a lo bueno y me quieras, me quieras mucho y para siempre, como solías hacer antes. ¿Es pedir demasiado? Yo prometí que siempre lo iba a hacer y te aseguro que no suelo romper las promesas.
Es secreto está en convencerte de que tus sueños se cumplirán SI o SI.